Uno de los ingredientes más comunes de la repostería y de otros platillos salados es la mantequilla, la cual, en muchas ocasiones se requiere en estado atemperada. Por eso, hoy te compartimos algunas técnicas de cocina para que sepas cómo ablandar o atemperar mantequilla rápidamente, pues en ocasiones olvidamos sacarla de la nevera con antelación.
¿A qué nos referimos con ablandar o atemperar mantequilla?
La mantequilla ablandada, atemperada, blanda, temperada o a temperatura ambiente, como sea que conozcas el término, se refiere a hacer que este ingrediente pierda el frío helado de la nevera, pues, al salir del refrigerador la mantequilla está dura como una piedra y es prácticamente imposible batirla o mezclarla con otros ingredientes, y puede afectar a la temperatura de los demás ingredientes. Aunque, hay excepciones en las que precisamente se busca que esté muy fría, como las masas quebradas.
Lo ideal es conseguir unos 20°C, que al tocarla con suavidad se quede el dedo marcado y solo se note fresca, no fría. Hay masas cuyo éxito dependerá, en gran medida, de batir correctamente la mantequilla con el azúcar, como los Bundt Cakes o las galletas para decorar, por eso es importante acertar con la temperatura.
Otro punto a tomar en cuenta es la estación del año y el clima, ya que, si hace mucho calor, la mantequilla podría derretirse y estropearse; mientras que, en invierno o días fríos, podríamos batallar para que la mantequilla esté blanda.
Por otra parte, es importante recordar que, no es buena idea usar el microondas, ni tampoco el calor del horno, pero hay varios métodos que podemos aplicar si vamos con prisas para ahorrarnos la espera.
Rebanar la mantequilla con un pelapapas
Entre los diferentes usos que tiene el pelapapas, está que puedes tomar un pedazo de mantequilla frío y pasarle la navaja del pelapapas, obtendrás rebanadas muy delgadas, las cuales pronto toarán la temperatura ambiente y estarán listas para utilizar en tus recetas, pues estarán manipulables, sin la dureza del frío.
Utilizar el rodillo de cocina
Para usar esta técnica de cocina para ablandar o atemperar la mantequilla, necesitas un papel antiadherente o una bolsa de uso alimentario y un rodillo de cocina común. Ya sea que, hagamos la tarea de una sola vez o cortemos el pedazo de mantequilla en trozos más pequeños, para facilitar la tarea. Bien, pues sólo hay que colocar la pieza entre dos hojas de papel o dentro de la bolsa y empezar a aplastarla con el rodillo. Pronto dejará de estar dura y podremos estirarla como si fuera una masa de tarta o de hojaldre, siempre bajo el papel o el plástico. La idea es dejarla muy fina para que se atempere mucho más rápido.
Rallar la mantequilla
Si tienes un buen rallador que, en uno de sus lados tenga agujeros de aproximadamente medio centímetro, esta técnica de cocina te servirá. Solo tienes que pasar el bloque de mantequilla por el rallador, así obtendrás piezas muy pequeñas y finas, como si estuvieras rallando queso. El único inconveniente es que nos mancharemos un poco más al manipular la mantequilla y quedarán restos en el rallador. Nuestra propia temperatura corporal y la acción de rallar pueden calentarla en el proceso y terminar con el final del bloque demasiado derretido, por lo que es mejor usar este método en días fríos.
Batir la mantequilla sola
A menos de que sea una receta especialmente complicada, puede ser suficiente con empezar a batir directamente la mantequilla. Sólo tendrás que cortarla en cubos más pequeños; y usar un recipiente profundo, si usamos batidora eléctrica, para que no salgan trocitos volando por la cocina. También se puede hacer a mano con varillas manuales.
Hay que tener en cuenta que, si la mantequilla está muy fría y dura, será una labor algo complicada, puede quedarse atascada dentro de las varillas. Es mejor usar una velocidad muy baja y el batidor de pala, en el caso de tenerlo. Al poco rato veremos cómo la mantequilla se vuelve maleable, y podemos continuar con la receta añadiendo los demás ingredientes.
Cortar la mantequilla en cubos pequeños
Como generalmente la mantequilla se vende en bloques, la tarea de cortar cubos es más fácil, de hecho, hay preparaciones en las que este formato ayuda además a formar la masa, y también facilita pesar la cantidad exacta que necesitamos. Si cortamos la mantequilla en cubos muy pequeños y los distribuimos extendidos en una sola capa, algo separados entre sí, conseguiremos que se atemperen mucho más rápido que si permanecen en bloque o cuadros grandes. De esta manera será más fácil empezar a batir cuando los pasemos al recipiente de elaboración de la masa.
Baño María ligero
Este método es sólo recomendado para recetas simples, en las que el batido con azúcar no sea un paso importante. También, puede ser una ayuda en ambientes demasiado fríos, como paso previo a alguno de los otros métodos ya descritos. Colocar la mantequilla sobre una superficie caliente es un riesgo porque podemos pasarnos de temperatura en unos segundos.
Para el baño María hay que calentar el agua solo hasta que empiece a soltar vapor, retirarla del fuego y colocar encima el segundo recipiente, sin tocar el líquido. Entonces podemos colocar encima la mantequilla troceada, incluso directamente sin el papel del envoltorio.
Puede que atemperar o temperar la mantequilla parezca algo sin importancia, pero estas técnicas de cocina te salvarán cuando tengas prisa, créeme, en esos casos es mejor saber cómo ablandar o atemperar la mantequilla rápidamente.
Fuente | Directo al Paladar |
Imagen | Rodeopix | Sztrapacska74 | Rita E. | Kukuruzaphoto | Pressfoto | Republica |
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