Probablemente el Año Nuevo sea una de las fechas con más supersticiones a su alrededor. El primero de enero es un día lleno de tradiciones y rituales simbólicos en todo el mundo, y obviamente la comida no se queda detrás. A ciertos alimentos se les ha asociado un símbolo de riqueza, prosperidad, salud y un futuro alegre. Si quieres integrar alguna de estas curiosas tradiciones a tus festejos, recopilamos algunas de estas tradiciones culinarias para un nuevo y esperanzador año.
En muchas culturas las legumbres juegan un papel muy importante durante esta temporada, ya que simbolizan monedas, y se consumen con recompensas financieras en mente. En Italia y Brasil se acostumbra comer lentejas en Año Nuevo, algo que se hacía desde la época romana. Los platillos típicos son sopa de lentejas, salchichas con lentejas verdes, y arroz con lentejas.
En el sur de Estados Unidos se acostumbra comer un platillo conocido como Hoppin’ John, que consiste en guisantes de color negro y arroz. Muchas veces se acompaña de acelgas, coles o kale, ya que estás verduras de hojas verdes representan el papel moneda y la prosperidad en el nuevo año. Los daneses añaden un poco de dulzura a sus deseos monetarios con una receta de kale estofada con canela y azúcar. En Croacia y Eslovaquia, uno de los platillos más comunes en la fiesta de Nochevieja, es carne molida envuelta en hojas de col.
La costumbre de comer cerdo en Año Nuevo se basa en la idea de que los cerdos simbolizan el progreso, porque estos animales se mueven hacia adelante, bien plantados, mientras buscan comida. En cambio los pollos y los pavos caminan hacia atrás, representando reveces, recaídas y problemas en el próximo año, por lo que en muchos países son una mala elección para la cena de Año Nuevo. Además el alto contenido de grasa del cerdo significa riqueza y prosperidad. En Austria, se suele decorar la mesa de Año Nuevo con cerdos en miniatura hechos de mazapán. El cerdo asado es un platillo famoso en varios países europeos, las patas de cerdo son una tradición en Suecia, los alemanes comen salchichas de cerdo, y en varias partes de Estados Unidos prefieren jamón y costillas de cerdo.
En muchos países no pueden faltar los platillos del mar en el Año Nuevo. Los mariscos simbolizan la abundancia, y los pescados son un símbolo de fertilidad, ya que producen muchos huevos a la vez. En Japón, se venden unas pequeñas cajas con alimentos llenos de deseos para el Año Nuevo: camarones para una vida larga, hueva de arenque para la fertilidad y sardinas para la buena cosecha (en el pasado se utilizaban como fertilizantes para los cultivos de arroz).
El arenque en escabeche en la víspera de Año Nuevo, es un platillo famoso en Alemania, Polonia y partes de Escandinavia, ya que se asocia con una pesca abundante. Se dice que algunos alemanes colocan escamas de pescado en sus billeteras para la buena suerte. El bacalao también es un pescado muy consumido en esta época desde la Edad Media. El único producto que algunas culturas evitan comer es la langosta, ya que nada hacia atrás.
Sabemos muy bien que los pasteles no pueden faltar en esta época del año. En muchas culturas existe un énfasis especial por los pasteles redondos o en forma de rosca, ya que representa el año entero como un círculo completo. En Polonia, Hungría y los Países Bajos suelen comer donas, y en Holanda existen los Olie Bollen, un tipo de donas fritas rellenas de manzanas y pasas, espolvoreadas con azúcar glass.
En otras culturas, es costumbre ocultar una moneda dentro del pastel. La persona que tenga la rebanada con la moneda tendrá suerte en el año que comienza. En Grecia, el vasilopita, en honor a San Basilio que se conmemora el primero de enero, es un pastel con sabores cítricos con una moneda escondida en su interior. La primera rebanada es para San Basilio, y el resto se reparte entre los asistentes por orden de edad. Algo similar es la famosa rosca de reyes de México. Los suecos y los noruegos tienen rituales similares en los que ocultan una almendra entera en arroz con leche, la persona que encuentre el fruto seco tendrá garantizada una gran fortuna en el nuevo año.
Y claro, no podemos olvidar las famosas uvas de Año Nuevo. La tradición de consumir 12 uvas a la medianoche, con cada campanada del reloj, proviene de España, y se ha extendido a Portugal y a muchos países Latinoamericanos. Se cree que la tradición empezó en 1909, cuando los viticultores de Alicante tuvieron un excedente de uvas y no sabían qué hacer con ellas. Cada uva simboliza un mes diferente, y en cada una se debe de pedir un deseo. Eso sí, comérselas todas no es tan fácil como parece.
¿Cómo celebras el Año Nuevo? ¿Cuáles son las tradiciones culinarias que no pueden faltar?
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