Hace un par de semana compartimos los resultados de un estudio elaborado por la UNAM, los cuales indicaban que un gran porcentaje de tortillas mexicanas contenían maíz transgénico. Ahora, un estudio realizado en Estados Unidos por el laboratorio Health Research Institute, a petición de la Asociación de Consumidores Orgánicos, encontró que la harina de maíz de la famosa empresa Maseca, además de transgénicos, contiene glifosato, un herbicida considerado como “posible cancerígeno”.
El estudio se realizó a diferentes harinas de maíz blanco y amarillo, provenientes de diferentes partes de México. Así que los resultados, además de las tortillas, abarcan todos aquellos productos elaborados con este tipo de harina como tacos, gorditas, huaraches, sopes, tamales, entre otros.
Los investigadores encontraron glifosato en concentraciones desde 5.14 hasta 17.59 microgramos por kilogramo en las muestras de harina. En el 94 por ciento de las muestras de harina de maíz de Maseca, también se encontraron organismos genéticamente modificados. Los niveles de glifosato aumentan a medida que se eleva la presencia de maíz transgénico, ya que este es resistente al pesticida. Algunas muestras no presentaron rastros del herbicida.
En México está prohibida la siembra de maíz transgénico, así que este estudio revela que Maseca importa maíz para elaborar la harina para tortillas. Los expertos urgen a que la empresa diferencie entre lotes de producción, y que coloque leyendas en sus empaques del tipo “contiene maíz importado y genéticamente modificado”. De esa forma los consumidores estarán informados, y tendrán el poder de decisión.
En México no existe ninguna norma que establezca el límite de ingesta diario de glifosato. En Estados Unidos el límite es de 122.5 microgramos diarios, mientras que en la Unión Europea el límite es de 21 microgramos al día para un adulto de 70 kilos. Es cierto que la cantidad de glifosato encontrada en las tortillas de Maseca no es muy alta bajo estos parámetros, pero sin duda es necesario seguir investigando para asegurar la salud de la población mexicana. Algunos afirman que no existen niveles seguros en el consumo de glifosato porque las enfermedades como el cáncer son multifactoriales, dependiendo de la sensibilidad, la predisposición y otras características individuales y ambientales que pueden enfermar a una persona.
En el 2017, se publico un estudio donde se encontró que una persona de 70 kilogramos, al consumir una dosis de 700 nanogramos diarios de glifosato, podría desencadenar las primeras etapas de la enfermedad de hígado graso no alcohólico. Esto, asumiendo que las personas responden al glifosato en dosis similares a las ratas. Una tortilla promedio pesa alrededor de 30 g. Por lo tanto, una tortilla puede contener 30 x 5.0 = 150 ng de glifosato. Una dieta mexicana puede incluir al menos seis tortillas diarias, sumando un total de 912 ng de glifosato. Como puedes ver, solo a través del consumo de tortillas contaminadas, una persona podría consumir el 132% por día del glifosato necesario para desencadenar la enfermedad hepática grasa no alcohólica.
Maseca es una marca de Grupo Gruma, con presencia internacional. Actualmente se considera la mayor productora de harina y tortilla de maíz de México, ocupando el 70 por ciento del mercado. En el estudio, la harina de Minsa, la principal competidora de Maseca, no presento rastros de glifosato. La empresa con más altos niveles de glifosato, 30 microgramos por kilo, fue la estadounidense Honeyville.
Para los consumidores que se preocupan por la contaminación por plaguicidas y los organismos genéticamente modificados, es importante estar informados para poder buscar alternativas orgánicas.
Imágenes | Marco Verch | zhrefch | Aimée Knight |
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