Cómo almacenar tortillas hechas en casa correctamente para que no se vuelvan duras ni cambien su sabor

Lo que mas se disfruta de las tortillas es que se mantengan suaves y flexibles para armar un taco o una quesadilla. Por ello, es importante conservarlas en buen estado y evitar a que se pongan duras y difíciles de comer. Aquí algunos consejos para almacenar tortillas hechas en casa correctamente para que no se vuelvan duras ni cambien su sabor.

En México, las tortillas son un alimento indispensable para el día a día, así que, si sigues estos pasos vas a poder guardarlas correctamente, lo cual, es clave para evitar que se echen a perder.

Así debes almacenar las tortillas correctamente

• Sepáralas antes de guardarlas

Este truco es más importante de lo que crees. Si las acomodas una por una, evitarás que se peguen y reducirás el riesgo de que aparezcan hongos con el paso de los días. Además, así será más fácil tomarlas sin que se rompan.

• Usa bolsas herméticas

Si tienes tortillas de harina, este consejo es para ti. Guárdalas en una bolsa con cierre hermético para que se mantengan suaves y con buen sabor. Aunque no las almacenes al vacío, este método ayuda a conservar su textura ideal para unos tacos al pastor o una buena parrillada. Solo recuerda cerrar bien la bolsa después de sacar una para que no se resequen.

• Déjalas enfriar antes de refrigerarlas

Si son recién hechas, dales tiempo para que se enfríen a temperatura ambiente antes de guardarlas. Déjalas reposar en una superficie seca unos 20 minutos para que pierdan calor y humedad. Si las metes calientes al refrigerador, podrían pegarse entre sí o descomponerse más rápido.

• El truco del trapo

Seguro alguna vez viste a tu mamá o abuelita hacerlo: envolver las tortillas en un trapo limpio y transpirable ayuda a mantenerlas suaves por más tiempo. Si no las usarás de inmediato, colócalas dentro de una bolsa de plástico después de envolverlas. Ojo: si las metes directo en plástico sin el trapo, lo más probable es que "suden", se humedezcan y se echen a perder más rápido.

• Refrigéralas, pero no las congeles

Sabemos que no hay nada como una tortilla recién hecha, pero guardarlas en el refrigerador es la mejor opción para prolongar su frescura. Puedes congelarlas, pero ten en cuenta que el hielo forma cristales y al descongelarlas perderán parte de su textura original. Si decides congelarlas, hazlo en porciones pequeñas para que solo saques las que necesites.

Con estos consejos, tus tortillas se mantendrán en perfecto estado y listas para acompañar tus platillos favoritos. ¡Manos a la obra!

Cómo recalentar las tortillas de forma adecuada

• Al comal

Calienta el comal o sartén a fuego medio-alto, sin aceite. Coloca la tortilla y deja que se caliente unos 10-15 segundos por cada lado. Si quieres que queden más suaves, apílalas unas sobre otras conforme las calientes y envuélvelas en un trapo limpio. Para un toque más doradito, déjalas unos segundos más hasta que aparezcan burbujas.

• En el microondas (rápido y sin secarlas)

Envuelve las tortillas en una servilleta de tela o papel húmedo. Colócalas en un plato y caliéntalas en intervalos de 20-30 segundos. Déjalas reposar unos segundos antes de sacarlas para que el calor se distribuya bien.

• Al vapor (para tortillas secas o frías)

Pon un poco de agua en una olla y coloca un colador o rejilla encima. Acomoda las tortillas dentro y tapa la olla. Déjalas al vapor por un par de minutos hasta que recuperen su suavidad.

• Directo al fuego

Coloca la tortilla directo sobre la flama de la estufa. Déjala unos segundos por lado hasta que se infle o tenga algunas burbujas doradas. Muévela rápido para evitar que se queme demasiado.

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