Los quelites son uno de los ingredientes más tradicionales de México: se trata de hierbas comestibles que constituyen gran parte de la identidad de la cocina popular mexicana desde tiempos prehispánicos y seguramente los conoces muy bien, aunque no estés tan acostumbrado a consumirlas tan seguido. Por eso te contaremos un poco más sobre este producto que también es muy importante para la biodiversidad de nuestro país, entre los que se encuentran las verdolagas, la hoja santa, los quintoniles, los huauzontles, los romeritos, la flor de calabaza y más.
Los quelites aportan a la dieta diversidad en olores, sabores y texturas, así como diversos nutrientes. Además de ser super ricos y versátiles, tenemos que contarte algo muy importante que te hará querer todavía más los quelites. Es que estas plantas y hortalizas que nacen de la milpa, como todos los ingredientes de hoja verde, tienen una gran cantidad de beneficios para nuestra salud: estas plantas están repletas de vitamina A, que ayudan a fortalecer la vista; de vitamina C y de minerales esenciales como calcio, potasio y hierro. En resumen, contienen gran parte de nutrientes que puedes encontrar en conjunto en muchos otros alimentos, reunidos en uno solo.
Todos estos tipos de quelites los consumimos en México en muchas formas. En algunas ocasiones optamos por comer tallos y hojas tiernas crudas, pero la mayoría de las veces van cocidas o sofritas e incluidas en quesadillas, tacos, sopas o antojitos como ingrediente principal o como hierba aromática. Desde luego, la sabiduría popular también les da uso medicinal.
Lo más interesante es que en México tenemos al rededor de 500 especies distintas de quelites, ¡son un montón! pero apenas y estamos familiarizados con 30 de ellas. Entre los quelites más comunes, se encuentran el pápalo, la verdolaga, el quintonil, el romerito, el quelite cenizo, el huauzontle, los alaches, el epazote, la chaya, la Hoja Santa y los Chepiles y es común encontrarlos en platillos como romeritos, tortitas capeadas, tortitas de huazontles, sopas tradicionales.
Con el propósito de reconocerlos y devolverles el lugar que merecen entre nuestras despensas, les compartiré cinco recetas con quelites muy fáciles y económicas que puedes hacer en casa para incluir más estas tradicionales plantas nativas de las tierras mexicanas.
Tacos de quintoniles
Los quintoniles son unas hierbas silvestres que pertenecen a la familia del amaranto, y que se dan en las milpas del centro del México. En algunos lugares los conocen como quelites a secas. Esta es una de las formas más comúnes de prepararlos es en tacos, freídos con un poquito de cebolla y escarchados con un poco de requesón. Estos tacos de quintoniles son una excelente opción para una cena ligera.
Quesadillas de requesón y quintoniles
Esta es otra de las típicas recetas que podemos encontrar estos deliciosos quelites. Las quesadillas de requesón y quintoniles son esas clásicas garnachitas que podemos encontrar en pueblitos y comunidades rurales del centro del país en las que realmente son muy consumidas. Aquí te contamos cómo puedes preparar estas quesadillas de requesón y quintoniles en tu casa.
Carne de cerdo con verdolagas
Entre los quelites que tenemos en los campos de México son las verdolagas, una delicia que, cocinándola correctamente, nos brindan platillos exquisitos, como el de la carne de cerdo con verdolagas en salsa verde. Es una comida que nos remonta a esas tardes en las que llegábamos hambrientos a casa, después de las clases, y mamá nos recibía con una rica comida. Para recordar esos tiempos, te compartimos esta receta de la cocina tradicional mexicana.
Romeritos
Este es un platillo que todos reconocemos en la mesa de la cena de Nochebuena y de Año Nuevo. ¿A que no sabías que los 'romerillos' son una especie de quelite salado, con el que se prepara este tradicional platillo navideño en México. Te contamos cómo preparar romeritos.
Sopa de quelites y flor de calabaza
Aquí viene otra planta que seguramente no sabías que se considera también como quelite: la flor de calabaza. Estamos acostumbrados a comerla en sopas, quesadillas y hasta en este alambre de flor de calabaza y setas. Pero ¿qué tal te caería esta sopa de quelites y flor de calabaza? Es una bomba de vitaminas que además es una opción excelente para otoño, ya que son alimentos que se encuentran de temporada y te mantendrán calentito.
Ingredientes
- 1/2 kilo de quelites limpios
- 1/2 kilo de flor de calabaza limpia y picada
- 1 diente de ajo picado
- 1 cebolla picada
- 1 hoja de epazote
- Sal
- Caldo de pollo
Preparación
En una olla acitrona el ajo y la cebolla picados, después agrega la flor de calabaza junto con los quelites. Cocina por 10 minutos a fugo lento y agrega un poco de sal; agrega el caldo de pollo, tapa y deja hervir. Antes de servir agrega el epazote.
Tortitas de quelites
Otra de las recetas más simples y sencillas, pero no por eso dejan de ser increíblemente deliciosas: tortitas de quelites. Seguro te harán recordar la cocina de tu abuela.
Ingredientes
- Cebolla blanca (1/4)
- Chile pasilla 2
- Manojo de quelites 2
- Queso Oaxaca 200 g
- Harina de trigo (1 cucharadita)
- Huevo 2
- Bicarbonato de sodio (una pizca)
- Diente de ajo 1
- Jitomate guaje 3
Cómo hacer Tortitas de quelites
- Tiempo total 39 m
- Elaboración 30 m
- Cocción 9 m
Comenzamos a preparar las tortitas hirviendo los quelites en una olla con abundante agua y una pizca de bicarbonato de sodio, lo cual es fundamental ya que con esto se le quita el sabor amargo a las hojas. Lo dejamos hervir por dos minutos, escurrimos y reservamos.
Ahora, en un bowl separamos las claras de las yemas de los dos huevos. Batimos las claras con un tenedor o una batidora de mano hasta que esponje. Agregamos después las yemas, la cucharada de harina y batimos una vez más. Reservamos.
Ahora tomamos los quelites hervidos y formamos unas tortitas con ellos. Colocamos un poco de queso oaxaca en el interior y aplastamos bien hasta compactar.
Pasamos cada tortita sobre un poco de harina y sacudimos el exceso. Ahora las pasamos por la mezcla de huevo y las sofreímos en una sartén con bastante aceite bien caliente, y damos la vuelta para que se frían parejo. Una vez que queden bien fritas, colocamos en un plato con una toalla de papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Para el caldillo
Vamos a sofreír en un sartén los jitomates cortados en cuartos, con la cebolla y el ajo.
Por otro lado, desvenamos los chiles: les retiramos el rabo, las semillas y las venas, dejamos la pura 'carnita' que vamos a dejar hervir en agua por 5 minutos.
Una vez que todo esto esté listo, vamos a licuar nuestros ingredientes sofritos junto con los chiles en una licuadora y una taza de agua. Lo vertimos sobre la olla y sazonamos con un poco de sal y pimienta.
En cuanto la salsa comience a hervir, agregamos las tortitas de quelites y dejamos hervir un minuto más. Servimos calientes y ¡voilá!. Un platillo como sacado de una cocina de nuestras abuelitas.
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