Seguimos con sugerencias de porciones y variedad de alimentos para personas de la tercera edad, que deben incluirse en una dita saludable y adecuada para todos, salvo que padezcan alguna enfermedad de dieta controlada. Hablemos de leguminosas.
Las leguminosas son básicas en la dieta de la mayoría de los ancianos, niños y en general de toda persona con una actividad física importante o con problemas de alimentación o de masticación, como lo es el caso de muchos ancianos que si no los tienen, igual ya les cuesta trabajo masticar correctamente, o tardan mucho para poder tragar cada bocado por lo mismo.
¿Cuántas veces hemos escuchado o leído que "Mi vida por un plato de lentejas"? Las lentejas son un alimento muy completo en varios aspectos, y junto con las oleaginosas, sustituyen las proteínas de la carne. Si las personas no pueden comer carne todos los días, este tipo de alimento son la alternativa.
Los chícharos, arvejas, frijoles, habas, soya en cualquiera de sus presentaciones, tienen la cualidad de que pueden prepararse de mil formas y ya sea dulces o saladas, solas o con carne y verduras, frías en ensaladas o calientes, enteras o en harinas y purés.
Si el adulto mayor, presenta dificultades para comer, o es quisquilloso, acerquen a su mesa unas tortitas de lentejas, unos tlacoyos de habas o frijoles, un pastel de garbanzo, una quiché de chícharos o guisantes, y seguramente, agradecerá que le ofrezcan cualquiera de estos porque además de deliciosos, son fáciles de comer. Ya los garbanzos no se tienen de cocer y restregar para quitar los hollejos, incluso, ya se venden pre-cocidos, las sopas de lentejas o sobres de lentejas deshidratadas, son una maravilla. Como alternativa, es un gran sustituto de las carnes o complemente de las pequeñas porciones.
Pueden buscar una tabla de sus propiedades nutricionales, por si aún no se han convencido, y les recuerdo, que muchos mexicanos, crecimos con un lato de frijoles "de la olla", que son frijoles cocidos en agua y servidos con su caldo, o refritos, con una buena salsa, un par de tortillas y, si acaso un trozo de queso o una cucharada de crema. ¡Deliciosos!.
Y por último, las porciones adecuadas son, media taza de cualquiera de las leguminosas, o si es único plato, a lo más una taza. Suficiente para ofrecer todas sus propiedades a cualquier persona. Recuerden: No por comer más, se nutren mejor. De hecho, es al revés, si comen menos, pero de todos los grupos y sin saltarse comidas, si no por el contrario, haciendo varias pequeñas comidas al día, estarán mejor alimentados, y no sufrirán por los excesos en la comida.
En Directo al Paladar, les dejo algunas recetas con leguminosas, que pertenecen a un par de fotografías para que se animen a hacer para toda la familia, como son: Pan dulce de garbanzo, Sopa de fideo seco con caldo de frijol, Enfrijoladas con huevo, Sopa de lentejas, una liga que seguro les será de mucha utilidad para que se den ideas para los muy mayores que ya no mastican: Los primeros alimentos para bebé, Budín de garbanzo y brócoli con mozzarella, Quiche o tarta de ejotes con papas, Pechugas de pollo en espejo de frijol, y por último, un post sobre la forma correcta de hacer frijoles refritos, para que queden tal como los recuerdan comer en casa de su abuela, tía o los de mamá. Todo tiene su chiste y su porqué. Espero les sea de utilidad esta información.
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