Por su versatilidad, la salsa de soya Kikkoman se convertirá en el ingrediente estrella de tus preparaciones, ya que la puedes incorporar de diferentes maneras en recetas y platillos que van más allá de la cocina tradicional oriental, por ejemplo: como aderezo para ensaladas, como adobo para carnes o incluso como el ingrediente unificador de un delicioso salteado.
Cocinar con esta salsa de soya permite un mundo de posibilidades prácticas e inteligentes en la cocina, y no tiene por qué reducirse únicamente a la acción de verterla sobre un ramequín para remojar los rollos de sushi: una de las características principales de la salsa de soya Kikkoman y que hace la diferencia entre ésta y otros productos del mercado, es que está fermentada tradicionalmente con solo cuatro ingredientes durante seis meses de forma natural, por lo que no tendrás que preocuparte por aditivos o procesos químicos complejos.
El carácter de Kikkoman tiene otro elemento importante que vale la pena descubrir: y es que incentiva el gusto umami, es decir que su naturaleza organoléptica y su textura, tienden a potenciar el gusto en boca y las características culinarias más importantes de los ingredientes con los que se prepara. En un dicho simple: hace que todo sepa mejor.
¿Cómo usarla y en qué cantidad?
Las ventajas de usar la salsa de soya Kikkoman en tus platillos son numerosas. Ha llegado la hora de sacar esa botella de la alacena para descubrir que ésta -hecha de soya fermentada e ingredientes naturales-, aporta profundidad de sabor, sin olvidar que tiene la cantidad necesaria de sodio (o sal), que la hace ideal para sazonar cualquier cosa que lo necesite.
Uno de los consejos más importantes, es que debes de pensar en la salsa de soya menos como un condimento y más como un elemento necesario en la cocina, para dar buena sazón y ese punch de sabor con el mínimo de tiempo; y claro, no olvides que se trata de un ingrediente que potencia el sabor y que aporta notas dulces, saladas y un poco ácidas al plato. Una combinación deliciosamente reconfortante para el paladar.
Algunas recomendaciones para incorporar la salsa de soya Kikkoman en tus platillos:
En las sopas y guisos:
Seguramente en alguna ocasión has probado un caldo sin sabor, aguado y triste. La belleza de la salsa de soya, es que dentro de esta botellita, se encuentra un mundo de sabor. Prueba a verterla en algún caldo o estofado de res, puerco o pollo. Aportará riqueza a la preparación, ya que la salsa de soya le va muy bien a los guisos espesos y carnosos, porque da mayor cuerpo y profundidad en cuanto a sabor y olor.
En los vegetales o verduras:
Pongamos un ejemplo: si has hecho una vinagreta casera, atrévete a experimentar agregándole unas gotitas de salsa de soya para aportar complejidad y riqueza hasta a la ensalada verde más aburrida. Eso sí, antes tienes que asegurarte de no agregar sal extra, para evitar sazonar de más, porque la salsa de soya Kikkoman tiene la cantidad necesaria de este ingrediente.
También puedes mezclar las verduras que planeas asar con unas gotas de salsa de soya (agrega un poquito de aceite vegetal y quizás otra especie que usarías normalmente) para que se eleve el delicioso sabor de los vegetales y puedas darles un mejor dorado.
Una técnica deliciosa e infalible para cocinar cebollas caramelizadas: agrega un poco de salsa de soya a la sartén cuando las estés desglasando, así el sabor se disparará increíblemente.
En la carne:
La salsa de soya es uno de los mejores amigos de la carne ya que tiene mucho que aportar a esta proteína, que es una de las más ricas en cuanto a preparación y compleja en cuanto a composición. Piensa en esto: si estás preparando un bistec, un trozo de cerdo o tal vez un poco de pollo en adobo húmedo, considera agregar un poco de salsa de soya a la mezcla, especialmente si el adobo tiene ácido (es decir, cítricos y/o vinagre).
Ya sea que estés cocinando a la parrilla, asando o cocinando en una sartén, la salsa de soya te ayudará a que la proteína adquiera el color caramelizado que buscas, además de dar un impulso realmente sabroso a la preparación, haciendo que la carne tenga un sabor más carnoso y equilibrando la nitidez de otros elementos durante su marinación.
Ahora que has descubierto la variedad de técnicas y preparaciones en las que puedes usar la salsa de soya Kikkoman, tienes un mundo de sabor por descubrir. Da rienda suelta a tu creatividad en la cocina, ya que puedes incluirla en tus recetas más sencillas (quizás una ensaladita asada de verduras como guarnición), o en aquellas recetas de cajón que ya conoces, pero a las que quieres “elevar” el sabor o, ¿por qué no? #PonleKikkoman para inspirarte a crear un nuevo platillo con todo el sabor y versatilidad que ofrece Kikkoman.
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